Esta semana os traemos una nueva idea original de reciclaje creativo. Si tenéis jardín con césped y no podéis o no querer realizar la instalación de aspersores, tenemos una idea genial para cuidar vuestra hierba.
El único requisito es tener una manguera. ¿Y qué más necesitamos? Simple: una botella de plástico grande y cinta aislante.
El proceso de fabricación es tan simple como esto: tumba la botella en posición horizontal sobre una mesa y haz agujeros pequeños con ayuda de un punzón/cúter/cuchillo por la parte que queda boca arriba.
Quita el tapón de la botella e introduce el extremo que expulsa el agua de la manguera de la botella. Fija la unión con cinta aislante y dale al agua…¡Voila!
El resultado, dependiendo de cómo hagas los agujeros, puede ser como este:

De esta forma, estaremos cuidando nuestro jardín, estaremos ahorrando dinero en la instalación del sistema de aspersión y, muy importante, estaremos dándole un nuevo uso a nuestras botellas de plástico.
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